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sábado, 25 de agosto de 2012

Del mutis al sonido

Todos hemos visto películas de terror alguna vez, ¿se han fijado que si le quitan el sonido a esas películas no te da tanto miedo?, o ¿en alguna escena de suspenso si no tiene sonido pierde el chiste?


Antes las proyecciones de películas no se tenía el sonido HD de ahora, de hecho tenían muchos problemas, como es el caso de Edison con su kinetoscopio, el sonido no estaba tan sincronizado con la película, o inclusive con los hermanos Lumiere se tenían esos problemas de sincronía con el piano. 



El sonido llegó más profesional al cine (en aquella época), en 1899 conocido como "Cinemacrofonógrafo" o "Fonorama", el cual es basado en el trabajo del inventor François Dussaud de Suiza llamado Quinetófono; ambos requerían de auriculares individuales. 

Tiempo después apareció un sistema mejorado, por Clément-Maurice Gratioulet y Henri ioret en Francia, basado en el cilindro Phono-Cinéma-Théâtre; se presentaron con este invento cortometrajes de ballet, teatro y ópera, en la Exposición de París, 1900. Al igual que sus antecesores este invento tuvo casi los mismos problemas de combinar imágenes en movimiento con el sonido grabado: 
  • El sonido y la imagen, su grabación y reproducción eran en aparatos separados, difíciles de manejar, es decir, no había sincronización.
  • La sonoridad no podía ser escuchada por grandes espacios debido a que aún no había amplificación.
  • La grabación del sonido no era muy fiel, el sonido de muy baja calidad y era muy complicado grabar, porque imponía límites en el tipo de películas que podían crearse con la grabación directa.
Hubo varios avances tecnológicos, aunque la mayoría con los mismos problemas; no fue sino hasta 1907 cuando el francés Eugen Lauste realizó la patente de la tecnología de sonido óptico, el cual consistía en transformar sonido en ondas de luz, grabada directamente en un celuloide, es decir, se capturaban el sonido con un micrófono y luego se traducía en ondas de luz. El sonido óptico fue el estándar universal para cine sonoro sincronizado, pero Lauste no hizo ninguna otra innovación, quedando contra la pared.

Otras películas sonoras, fueron hechas antes de 1920, haciendo una especie de doblaje, en otras palabras, los intérpretes sincronizaban los labios con las grabaciones de audio previamente hechas.

Así siguió avanzando, llegando al grabado en discos fonográficos; en 1925 la Warner Bros. (apenas era un pequeño estudio) comenzó a experimentar con los sistemas sound-on-disc en los Vitagraph Studios de Nueva York. La tecnología de la Warner, curiosamente llamada Vitaphone, fue introducida al público el 6 de agosto de 1926 con la película "Don Juan", siendo el primer largometraje en emplear un sistema de sonido sincronizado, pero solamente la música y efectos de sonido, el diálogo sería después.

Luego de el sound-on-disc, surge el sound-on-film, el cual tenía varias ventajas:

  • Principalmente la sincronización ya era posible, aunque requería supervisión constante y ajuste manual frecuente.
  • La edición no podía ser directamente.
  • La distribución añadían gastos y complicaciones extra.
  • Se requería de reemplazo después de unos veinte proyecciones.

No obstante en los primeros años sound-on-disc, aventajo a el sound-on film de dos maneras:

  • Era menos caro grabar sonido y el sistema de exhibición más barato de fabricar.
  • Los Vitaphone, tenían un rango dinámico superior.

La película más exitosa de la Warner 

Y por último, la película más significativa de la Warner fue sin lugar a dudas "El cantante de jazz" protagonizada por A Jolson, contando con diálogos, números musicales y efectos de sonido. Estrenada en el teatro Warner de Nueva York, con una gran aceptación del público, reuniendo $2.625 millones de dólares, tanto en Estados Unidos como en el extranjero.



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